Los métodos quirúrgicos estéticos han avanzado notablemente en las últimas décadas. Entre estos, uno de los más populares y conocidos es sin duda la liposucción o lipoescultura.
Esta técnica tiene como objetivo retirar esos excesos de grasa depositados en puntos clave del cuerpo. Se puede usar en distintas regiones como el mentón, cuello, brazos, senos, abdomen, caderas, glúteos, muslos, rodillas y otros más.
Esta cirugía se caracteriza por una recuperación dolorosa en sus distintas presentaciones:
Liposucción tumescente: la más común de todas. En esta, se inyecta una solución compuesta por anestésico, drogas para contraer los vasos sanguíneos y una solución salina, la cual ayuda a extraer la grasa al ser succionada con ella.
Liposucción asistida por ultrasonido: relativamente nueva, esta técnica se destaca por usar vibraciones ultrasónicas que sirven para desprender la grasa y proceder a ser aspirada.
Liposucción supe húmeda: Muy parecido a la primera, con el contraste que en esta se usa menos líquido que durante la liposucción tumescente y suele requerir una anestesia general.
¿Cuál es el efecto de la liposucción en el paciente?
Muchos pacientes tienen una percepción errónea de lo que se puede conseguir mediante una liposucción, por lo que es muy importante, antes que nada, entender más afondo el procedimiento.
La liposucción inicia con una pequeña incisión en el área deseada, es decir, donde se encuentra el acumulado de grasa a retirar. Esta incisión, tiene entre 2 y 10 milímetros de longitud, lo suficiente para que pueda ser introducida a través de ella una cánula.
La cánula aspirará el tejido graso y gracias a sus características no cortantes, el riesgo de provocar daño a vasos sanguíneos importantes, nervios u otras partes es bastante reducido. La idea tampoco es aspirar totalmente el material grasos, ya que se tiene cuidado en dejar una capa de tejido graso necesaria para el correcto funcionamiento de los músculos.
Cuando se da fin a la aspiración, se introduce un tubo de drenaje que permite el retiro de cualquier residuo de sangre o líquidos para luego proceder a cerrar la herida. Esta incisión permanecerá protegida por un vendaje y una faja que mantenga la piel en una posición adecuada para su cicatrización.
Hay que comprender que la liposucción no es un “pase libre” a los malos hábitos alimenticios y de estilo de vida. De hecho, este procedimiento no se considera un reemplazo de una pérdida de peso en casos de obesidad. Las personas que han atravesado esta intervención deben mantener dietas y un estilo de vida saludable que les permita mantener la figura obtenida, de lo contrario, los cúmulos de grasa volverán naturalmente.
Unas de las creencias erróneas es sobre las estrías. Muchas personas se someten a esta intervención esperando la eliminación de las estrías.
Primero, entendamos que son las estrías y cuáles son sus causas. Las estrías ocurren cuando se rompen las fibras elásticas de la piel, dejando las visibles marcas en la piel. En una primera instancia, estas marcas lucen de una coloración rojiza para posteriormente terminar siendo blancas.
Las estrías no generan dolor, a veces una sensación de ardor o pulsación pero generalmente muy leves. Estas marcas pueden aparecen en el abdomen, muslos, nalgas, caderas, busto e incluso brazos.
Cuando el cuerpo trata de adaptarse a un aumento de volumen, la piel hace lo posible en ajustarse; Cuando esta llega a su límite, las capas profundas de la piel se rompen generando las marcas conocidas como estrías. Generalmente se debe a la pérdida de colágeno y con esto, elasticidad en la piel.
Otras causan pueden ser cambios hormonales y el crecimiento del busto en mujeres jóvenes. También existen registros en los que se indica que la disposición genética, es decir la herencia, aumenta notablemente las probabilidades de obtener estrías.
Adicional a esto, si no tienes una piel saludable y por el contrario es seca debido a una mala alimentación, las estrías tienen grandes probabilidades de aparecer.
¿La liposucción ayuda a eliminar las estrías realmente?
La respuesta corta, no. De hecho, las probabilidades son que las estrías puedan ser incluso más notables tras una liposucción.
Las estrías, una vez aparecidas, no es posible corregirlas con estos métodos. Tras una liposucción, estas marcas cambiarán de forma y contorno, pero no desaparecerán. Es decir, no es posible corregir estas irregularidades superficiales con una liposucción.
¿Qué se recomienda hacer para eliminar las estrías?
Antes que nada hay que estar atentos, existen muchas propuestas que aseguran y garantiza remover las estrías como por ejemplo algunos tratamientos con láser, pero la realidad es que estos procedimientos no tienen un soporte clínico serio ni son aprobadas por la FDA.
Aunque no existen métodos 100% comprobados para eliminar las estrías, se han popularizado algunas alternativas que pueden ayudar a disminuirlas.
Por lo general, la exfoliación diaria puede ayudar a remover la piel muerta y abrir paso a la piel nueva para disimular o difuminar un poco las estrías; tomar baños calientes y masajear las zonas afectadas es una alternativa común.
Por otro lado, mantener la piel hidratada ayuda a prevenir y a desaparecer las estrías. Asegúrate de beber mínimo un litro de agua al día y puedes compensar con cremas con elevado contenido de vitamina E.
De igual manera una alimentación equilibrada, donde nos deshagamos de comida que causan resequedad en la piel como productos envasados, congelados y otros de alto contenido de sodio. Recuerda que las bebidas con cafeína como las sodas, el café y el té, pueden originar e impulsar la aparición de las estrías.
Es recomendable que para aclarar mejor tus dudas, siempre acudas en primera instancia a un dermatólogo certificado y de tu confianza para que te ayude a conseguir una piel más sana según tus condiciones.