¿Te sientes culpable luego de cualquier festividad? No necesitas revisar tu dieta entera y régimen de ejercicio para volver a estar en forma. Solo evita estos 10 errores comunes en la pérdida de peso.
1. Concentrarte en tu celular
La idea de ir al gimnasio no es que nos emocione demasiado, por eso es que queremos la rutina de ejercicios más eficiente (léase: corta). Esto significa eliminar todas las distracciones. Resiste la necesidad de revisar tu inbox cada 30 segundos o escribirle a tus amigos para hacer planes. “Si estás escribiendo o leyendo, no te ejercitas lo suficiente como para perder peso”, dice Kacy Duke, una conocida personal trainer de EEUU. Puedes dejar tus canciones estimuladoras de adrenalina para el gimnasio en tu celular, pero ponlo pantalla abajo para eliminar la tentación.
2. Comer frente al televisor
La costumbre de comer es un saboteador de dieta sigiloso. No te das cuenta que está ocurriendo hasta que necesitas una tijera para salir de tus pantalones pitillos. “Una vez que alguien ha comido repetidamente en un entorno en particular, su cerebro asocia la comida con el ambiente”, dice David Neal, profesor de psicología de la universidad de California. Esto causa que comas debido a la situación. Comiendo en la mesa estás más consciente de cuánto estas comiendo, lo que te hace menos propensa a excederte.
3. Saltar el desayuno
Aparte de evitar el mal humor mañanero, tomar desayuno también inicia tu metabolismo. “Le envías a tu cuerpo una señal de que no estás hambriento, así que empiezas a quemar grasa—incluso en tus actividades normales”, dice Gunnar Peterson, personal trainer de Los Angeles cuyas clientes incluyen a Amber Valleta y Jennifer Lopez. Y si ya estas en eso, agrégale algo de tocino a ese omelette. Un estudio del International Journal of Obesity reportó que las grasas y carbohidratos se procesan mejor luego de un desayuno alto en grasas versus uno alto en carbohidratos.
4. Evitar caminar o trotar
Caminar en interiores puede parecer aburrido, pero vale la pena. “De todas las máquinas del gimnasio, la caminadora es la más útil para perder peso porque trabaja más músculos y mantiene tu ritmo cardíaco elevado, ambas cosas queman grasa”, dice Carol Espel, fisióloga y directora de Equinox Fitness Clubs. (También, a diferencia de la elíptica y la bicicleta estacionaria, tiene propulsión propia, lo que significa que mantiene el paso incluso cuando quieres hacerlo fácil). Así que tómate un descanso de la elíptica y dale un poco de atención la máquina de cardio más básica.
“Los edulcorantes confunden al sistema digestivo, comprometiendo tu habilidad para quemar calorías y aumentando tu hambre”
5. Usar edulcorantes
Los dulces no van a hacerle ningún favor a tu cintura, pero si vas a hacerlo de todos modos, quédate con lo natural. Estudios sugieren que esos falsos edulcorantes cero calorías (los que pones en tu café) causan mayor ganancia de peso comparados con el azucar real—probablemente por que confunden al sistema digestivo, comprometiendo tu habilidad para quemar calorías y aumentando tu hambre. Otro estudio reportó que, aunque se consume la misma cantidad de calorías, “ratas con acceso a HFCS (jarabe de maíz de alta fructosa) ganaron significativamente mayor masa corporal… principalmente en la zona del abdomen”, comparados con aquellos con acceso a azúcar regular y debido a que el HFCS está en al menos 40% de los edulcorantes comunes, ten cuidado con ellos.
6. Ceder a la presión grupal
Un compañero para correr en el parque los fines de semana, alguien que te lleve a clases de spinning luego del trabajo—los amigos pueden ser una influencia fantástica en tus hábitos de ejercicio. Pero un estudio reciente muestra que pueden ser un obstáculo para tu dieta. De las más de 300 mujeres que participaron en una encuesta hecha por Medi-Weightloss Clinics, más de la mitad afirmaron haber sido presionadas para comer comidas “fuera de dieta” por colegas, amigos y familia. Y los peligros sociales para tu derriere no se detienen ahí. De acuerdo a un estudio británico, las mujeres pueden volverse comedoras “por imitación” en grupos, más que comer a su ritmo personal, tienden a imitar a los demás comensales hasta que una cena ligera se convierte en un festín Dionisiaco. Si estás en misión de bajar de peso, intenta comer con tu amiga que “come como pajarito” por un tiempo. Cuando ella baje el tenedor luego de unos cuantos bocados, será más probable que tú también lo hagas.
7. Olvidarte de las calorías líquidas
A todos nos gustan esos vainilla lattes de las 4 de la tarde y los jueves de margaritas, pero esas bombas de calorías también suman. Cuidate de los jugos y batidos “saludables” también, pueden parecer virtuosos con su col-esto y su apio-jengibre-aquello, pero esas bebidas pueden tener hasta 300 calorías por todo el azúcar que tienen.
8. Creerle a los contadores de calorías en las máquinas
Es triste darse cuenta que en verdad no quemaste 600 calorías en el cross-trainer. En realidad, esos números se exceden en aproximadamente 20-30%, dice Jessica Matthews, una experta del consejo americano de ejercicio. Así que en vez de usar la máquina para medir tu ejercicio, ejercítate para una duración específica y préstale atención a las pisas de tu cuerpo. “Si a las justas puedes mantener una conversación— y te mantienes en ese estado por 45 minutos— entonces estás trabajando lo suficientemente duro como para perder peso” Dice el entrenador Harley Pasternak, que trabaja con Eva Mendes.
9. Saltarte los lácteos
Ok, esta no es una excusa para tener un sobredosis de helado, pero los investigadores sugieren que consumir lácteos puede ayudarte a bajar de peso. Un estudio de Obesity Research mostró que una dieta alta en lácteos llevó a un 70% más pérdida de peso en 6 meses que una dieta controlada de la misma cantidad de calorías. Tomar un suplemento de calcio/vitamina D puede brindar resultados similares, pero la pérdida de peso fue más grande en esos que consumieron lácteos. Punto a favor de los amantes del queso Solo recuerda que la clave es bajo en grasa así no te excedes con las saturadas.
10. Perder el sueño
¿Alguna vez has escuchado a alguien decir “pierde peso mientras duermes”? Bueno, es más o menos cierto. Cuando no duermes entre 7 y 9 horas, tu cuerpo produce más de la hormona estimulante del apetito ghrelina, eso significa que estás más hambrienta al día siguiente. No solo estarás comiendo más, sino que estarás más propensa a comer macarrones con queso que una ensalada con pollo a la plancha. Así que si tienes que elegir entre unas horas más de ejercicio en la mañana o unas horas extra de sueño, ve por el sueño y elige mejor tu comida.
Esperamos que este artículo te permita reconocer si estás cometiendo alguno de estos errores. Recuerda también que, si tu lucha con el sobrepeso mediante dietas toma mucho tiempo en dar los resultados que esperas, siempre puedes recurrir a los profesionales que te permitan mantener los resultados obtenidos.