Nuestra piel es un tejido vivo que protege a nuestro cuerpo y órganos de los efectos nocivos del exterior. Compuesta por 3 capas fundamentales, la superior, la epidermis, la dermis y la hipodermis, la piel contiene muchos vasos sanguíneos, capilares, glándulas sudoríparas, nervios y otros.
La piel es de los órganos más importantes de nuestro organismo, esta, nos protege del exterior y nos facilita el tacto. Debido a estar expuesta al entorno, es muy sensible a ser afectada por el mismo, eso sumado a cambios internos que pueden provocar efectos contraproducentes en nuestra piel.
Uno de los problemas más frecuentes es la resequedad o piel seca. Este padecimiento tiene distintas causas, tanto externas como internas y puede ser tratado a su vez con distintos métodos.
Causas ¿Por qué tengo la piel seca?
La realidad es que todos los días la piel debe afrontar un número de agresiones internas y externas, desde rayos UV, a deshidratación, contaminación, entre otros. También el uso de algunos jabones, cremas etc. pueden provocar reacciones adversas en la piel.
Si tu piel es áspera, agrietada, irritada, escamosa o sientes picazón, tu piel está reseca. Sin embargo la gravedad esto dependerá mucho de la localización y la severidad de los síntomas.
Hay que tener en cuenta que una piel seca, es una piel dañada y débil que puede acelerar la aparición de las señales del envejecimiento.
Los principales causantes de una piel reseca son:
El Clima: La verdad es que el clima tienen una fuerte incidencia en tu piel, tanto un clima muy caliente (por las obvias razones) como un clima muy frio. La brisa helada de invierno seca tu piel, y si vuelves al interior y usas calefacción, está terminará teniendo el mismo efecto, secar más tu piel.
Los rayos ultravioleta también son unos populares enemigos de la piel. Estos pueden penetrar mucho más allá en la piel, produciendo daños en la dermis profunda, provocando resequedad, arrugas y flacidez de la piel.
Lavados en exceso: Algunas personas pueden considerar que mientras más frecuentes sean las lavadas de cara y manos, mejor. En la práctica, esto no es tan cierto.
De hecho lavarse muy seguido puede resultar bastante dañino, sobre todo en las manos y palmas, ya que puede causar dermatitis. Es recomendable usar guantes en actividades cotidianas que requieran humedecer las manos por un tiempo como cuando se lavan los platos o se lava la ropa a mano. Si necesitas lavar tus manos, evita usar jabones fuertes, en especial aquellos “antisépticos o antibacteriales”.
Bañarse con agua muy caliente también resulta contraproducente. Recuerda usar cremas humectantes luego de hacer algunas de estas actividades.
Enfermedades: Algunos padecimientos pueden afectar directamente la piel como la diabetes mellitus, o enfermedades renales. Estas enfermedades alteran los niveles de humedad en tu piel, pudiendo provocar una sequedad grave.
Adicionalmente, algunos padecimientos dependientes de la genética como la dermatitis atópica pueden tener fuerte vinculación con la sequedad de tu piel. El hipotiroidismo también puede causar resequedad en la piel, debido a la insuficiente producción de hormonas.
Medicamentos: Algunas drogas recetadas o cremas recetadas pueden resecar la piel. Por ejemplo, la crema anti acné suele tener un efecto fuerte en la piel. Siempre es recomendable que si notas que un medicamento está afectando negativamente la humedad de tu piel, recurras a cremas humectantes que te ayuden a atravesar el consumo recetado.
Envejecimiento: Al igual que muchas otras partes de nuestro organismo, la piel se vuelve más débil con el pasar de los años. Esta va requiriendo cada vez más atención debido al proceso natural de oxidación.
Hidratación: Una de las causas más obvias es la falta de líquidos en el organismo. Esto es más importante en las personas de avanzada edad que pierden la sensación de sed. Lo recomendado es ingerir al menos 1.5 litros de líquidos (agua y jugos) al día para asegurarte de tener una piel hidratada correctamente.
Otros factores de la aparición de la piel seca
Otros factores que puede resecar tu piel son enfermedades más severas como los eczemas o soriasis. En estos casos lo más recomendable es permitir que tu doctor te vea y te recomiende un tratamiento.
También una dieta carente de nutrientes, ácidos grasos insaturados y vitaminas contribuyen a la sequedad de tu piel. Principalmente las vitaminas C y E participan activamente en los procesos necesarios para tener una piel sana.
El tabaquismo es otro de los hábitos que pueden afectar el normal desarrollo de la piel ya que la nicotina y las toxinas del humo, disminuyen la circulación sanguínea permitiendo que la piel pierda humedad y envejezca más rápidamente.
Cómo evitar tener piel seca
Lo principal es mantener la piel humectada. Una de los métodos más frecuentes son usando cremas, lociones de 2 a 3 veces todos los días. Eso sí, asegúrate de que no contengan ni alcohol, ni aromas o colorantes.
Es recomendado aplicar estos productos mientras se tiene la piel levemente mojada Adicional a esto, para estar hidratado asegúrate de que estás tomando suficiente agua en el día, mínimo 1.5-2 litros de agua.
Al momento de maquillarte, trata de hidratar tu piel con anterioridad y usa maquillaje no compacto o en polvo que reseca fuertemente tu piel.
Al momento de bañarte, infórmate bien sobre tus jabones y asegúrate que no sean demasiado fuertes para tu piel. Al secarte, trata de no frotarte demasiado duro con la toalla.
Trata de no exponerte demasiado tiempo al sol y sus rayos UV. Tampoco permitas que tu ropa te haga sudar demasiado, equilibra tu vestimenta entre protección y frescura.
Si consideras que tu caso es grave y no ves mejoría en el corto plazo, acude a un dermatólogo de confianza y sigue sus recomendaciones.