La geoterapia es el uso de varios tipos de tierra en aplicaciones terapéuticas. A veces, el mismo término es utilizado desde 1991, junto con el término “bioética”, para referirse a la curación del mundo, la recuperación medioambiental del planeta Tierra, vista por algunos como un ser vivo independiente, Gaia. Pero la aplicación más común es el tratamiento de problemas de salud para seres humanos a través del uso de productos geológicos, que es como se usará aquí.
Aunque el mundo mineral contiene varias combinaciones beneficiosas de los elementos básicos del planeta, incluido agua y cristales, uno de los materiales medicinales en la Tierra es la arcilla. La arcilla está formada de piedras hechas de silicio, usualmente el granito, al molerse hasta convertirse en polvo fino a través de los siglos y acumularse bajo tierra, a menudo cerca al verano donde las aguas subterráneas depositan este mineral en su camino hacia la superficie.
Algunas personas piensan que es extraño que la “suciedad” sobre la que caminamos pueda ser terapéutica. Otros, estudiantes de otras culturas, creen que es ridículo que hayamos olvidado colectivamente las habilidades curativas del suelo. Muchos animales se cubren a sí mismos con polvo o barro cuando no se sienten bien, conociendo por instinto de los poderes curativos de la tierra. Y los humanos también tienen acceso a esos mismos beneficios, aunque a través de condiciones más controladas (observen el video de Youtube donde personas se aplican barro de río para curarse).
De acuerdo a algunos especialistas, la arcilla tiene una carga negativa de energía electromagnética. Esto le da la propiedad física de atraer y absorber iones que tienen carga positica, incluidos radicales libres y otros materiales tóxicos en el cuerpo humano. Al mezclarla con un poco de agua para formar una pasta y luego esparcir esta pasta sobre el área afectada, comienza el proceso de absorción. Esto puede ayudar a solucionar problemas en las articulaciones, en lo órganos, en nervios o músculos inflamados, así como puede tratar moretones o incluso problemas más serios.
La mezcla de arcilla debe cubrirse con una tela ligera o con papel toalla y mantenerla en el lugar hasta que seque. El paciente debe estar cubierto para evitar refriarse por la humedad. Por otro lado, el paciente debe permanecer tendido durante el tiempo requerido (1-2 horas). Luego, esta cataplasma puede ser retirada con agua. Esta sola capacidad de desintoxicación (el proceso de eliminar substancias tóxicas) sería suficiente para hacer de la arcilla una importante herramienta curativa. Sin embargo, tiene otras propiedades que le dan valor agregado.
Utilizar la arcilla como en la geoterapia enfría el calor interno de las inflamaciones y las fiebres, transfiriendo este calor a la pasta. En este proceso, estimula la circulación sanguínea en el lugar en que se ha aplicado, provocando que el cuerpo irrigue la ubicación específica con mayor oxígeno y ayude al sistema inmunológico a enviar más células blancas para combatir la causa del problema de salud.
A pesar de que el concepto puede parecer cómico para algunos, se puede entender la piel como la segunda “boca”, un órgano para absorber nutrición (o toxinas) desde el ambiente externo. Al hacer uso de este fenómeno natural, la geoterapia puede alimentar el cuerpo con la extensa cantidad de oligoelementos o micronutrientes que contiene la arcilla. El cuerpo mismo no puede producir estas substancias, sino que deben ser absorbidas desde los alimentos.
Con frecuencia, se conoce a esta forma de sumplemento dietético como mineralización. Aparte del óxido de silicio que es el compuesto básico que forma la arcilla, el contenido de otros elementos puede variar ampliamente de un lugar a otro, pero a menudo incluye hierro, magnesio, cobre, zinc, aluminio, magnesio, cobalto, niquel, calcio, sodio, potasio y cromo. Yesos de arcilla, combinados ocasionalmente con tés herbales o extractos vegetales, pueden aplicarse a la piel para nutrir las células circundantes.
La arcilla también se puede usar de forma interna, aunque la calidad debe ser garantizada. Puede venir de una fuente natural lejos del contacto de residuos subterráneos de la civilización, como las aguas residuales y la filtración, o tener un grado farmacéutico. El mismo grado de pureza es importante si la arcilla se aplicará en heridas abiertas. La geoterapia interna puede realizarse al disolver en agua un poco de arcilla y tomarla (de vueltas al vaso cuando esté casi vacío y trate de tomar todo el sedimento), o al usarla en forma de enema.
La arcilla medicinal puede comprarse en tiendas naturistas o puede extraerse de la tierra. Cava al menos medio metro debajo de la superficie, retira en trozos la arcilla de la tierra y llévalos a un lugar donde puedan secarse. Rompe los trozos y muélelos hasta convertirlos en polvo, luego sécalo bajo el sol. Cuela el polvo para eliminar la arena o partículas grandes y almacénalo en una jarra de vidrio.
Nunca utilices la misma arena dos veces, ya que habrá obsorbido toxinas de su primer uso. Deséchala en la naturaleza, donde se reciclará adecuadamente. Las prácticas cosméticas modernas utilizan arcilla como mascarilla facial para tonificar la piel y eliminar el exceso de aceites. Además, puede ser utilizado en otras partes de la piel para eliminar la celulitis.
Otra forma de geoterapia que no necesita técnicas de aplicación más complicadas consiste en simplemente quitarte los zapatos y caminar con los pies descubiertos sobre la tierra o la playa. De esta forma, las personas también pueden obtener los beneficios del contacto con la Tierra para evitar o resolver problemas de salud, intercambiando electrones con el suelo. Alivia el estrés y recarga el campo energético humano.