El masaje con piedras calientes es una terapia natural donde se colocan piedras calientes en partes del cuerpo del cliente para maximizar el beneficio terapéutico. Generalmente, se utilizan piedras de río u otras piedras de superficie suave hechas de basalto. Estas piedras se calientan en agua higiénica antes del masaje. Los beneficios del masaje con piedras calientes son a nivel físico y psicológico. Siempre consulta con tu doctor antes de recibir este tipo de masajes; se recomienda que personas con ciertas condiciones, incluidas las mujeres embarazadas y las personas con presión alta, eviten esta terapia.
Relajación muscular
El calor de las piedras ayuda a relajar los músculos, permitiendo al terapeuta manipular tus tejidos profundos con más efectividad. Músculos sobre tensionados pueden dificultar el procedimiento del masaje, así que si tus músculos están muy tensos o duros, las piedras calientes pueden proporcionar la relajación extra que necesitas para que el masaje beneficie la liberación de la tensión y el alivio del dolor en los músculos.
Alivio del dolor
Aunque todos los tipos de masajes pueden ayudar a aliviar el dolor causado por los músculos tensos, las articulaciones duras o las lesiones, un masaje con piedras calientes puede proporcionar gran alivio debido a la naturaleza intensa del masaje. Gracias a que las piedras calientes permiten penetrar con más profundidad al terapeuta, puedes notar que un masaje con piedras calientes te deja sintiéndote físicamente mejor que un masaje sueco o un masaje de tejido profundo que no incorpora el calor.
Es importante que hagas saber a tu terapeuta si sientes que el calor de las piedras es muy fuerte o si ejerce demasiada presión. Dolor o incomodidad durante el proceso de masaje puede causar más daño que beneficios.